La cuaresma del latín “quadragésima” es el “cuadragésimo día antes de la pascua”. Es un periodo de tiempo litúrgico que comienza el miércoles de Ceniza y finaliza el Domingo de Ramos. Son 40 días de preparación para la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados, y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.
La Cuaresma tiene cinco domingos más el Domingo de Ramos, en cuyas lecturas los temas de la conversión, el pecado, la penitencia y el perdón, son dominantes. No es un tiempo triste, sino más bien meditativo y recogido. Es, por excelencia, el tiempo de conversión y penitencia del año litúrgico.
La práctica de la Cuaresma data del siglo IV, cuando se da la tendencia a constituirla en tiempo de penitencia y de renovación para toda la Iglesia, con la práctica del ayuno y de la abstinencia.
"La Palabras es un don.
El otro es un don.
La Cuaresma es el tiempo propicio
para renovarse en el encuentro con Cristo
vivo en su Palabra"
(Papa Francisco)